sábado, 20 de noviembre de 2010

Dios esta en Aqui:)

MUSICA CRISTIANA: PAZ EN LA TORMENTA

Poema Corto a la Naturaleza!!

Huyo, siempre que puedo,
de las frías veredas.
Prefiero los ladrillos
con musgo, en las afueras.

Pero amo, sobre todo,
los senderos de tierra.

Mejor con una que otra
hojita amarillenta..

LA VERDADERA PAZ

La verdadera paz

sábado, 13 de noviembre de 2010

La tragedia de Armero se puede repetir en Ibague.

La Tragedia de Armero hace 25 años, fue un desastre natural producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre de 1985 en el departamento del Tolima, Colombia. Tras 69 años de inactividad, la erupción tomó por sorpresa a los poblados cercanos, a pesar de que el gobierno había recibido advertencias por parte de múltiples organismos vulcanológicos desde la aparición de los primeros indicios de actividad volcánica en septiembre de 1985.
Los flujos piroclásticos emitidos por el cráter del volcán fundieron cerca del 10% del glaciar de la montaña, enviando cuatro lahares flujos de lodo, tierra y escombros productos de la actividad volcánica que descendieron por las laderas del nevado a 60 km/h. Los lahares aumentaron su velocidad en los barrancos y se encaminaron hacía los seis mayores ríos en la base del volcán. El pueblo de Armero, ubicado a poco menos de 50 km del volcán, fue golpeado por dichos lahares, matando a más de 20.000 de sus 29.000 habitantes. Las víctimas en otros pueblos, particularmente la localidad de Chinchiná, aumentaron la cifra de muertos a 23.000. Alrededor del mundo se publicaron tomas de video y fotografías de Omayra Sánchez, una adolescente víctima de la tragedia, que estuvo atrapada 3 días hasta que finalmente falleció. Otras fotografías del impacto del desastre llamaron la atención de la opinión pública e iniciaron una controversia sobre el grado de responsabilidad del gobierno colombiano en la catástrofe.
Los esfuerzos de rescate fueron obstaculizados por la composición del lodo que cubría al pueblo, lo que hacía casi imposible el moverse sin quedar atrapado. Para el momento en el que los rescatistas alcanzaron Armero, doce horas después de la erupción, muchas de las víctimas con heridas graves habían ya muerto. Los trabajadores de rescate quedaron horrorizados tras observar el panorama de desolación dejado tras la erupción, con árboles caídos, restos humanos irreconocibles y escombros de edificaciones.
Esta fue la segunda erupción volcánica más mortífera del siglo XX, superada sólo por la erupción del Monte Pelado en 1902, y el cuarto evento volcánico más mortífero desde el año 1500. El evento fue una catástrofe previsible, exacerbada por el desconocimiento de la violenta historia del volcán; geólogos y otros expertos habían advertido a las autoridades y a los medios de comunicación sobre el peligro durante las semanas y días previos a la tragedia. Se prepararon mapas de riesgo para las inmediaciones pero fueron muy poco distribuidos. El día de la erupción se llevaron a cabo varios intentos de evacuación, pero debido a una tormenta las comunicaciones se vieron restringidas. Muchas de las víctimas se mantuvieron en sus hogares tal como les habían ordenado, creyendo que la erupción ya había terminado. El ruido de la tormenta pudo haber impedido que muchos escucharan el ruido proveniente del Ruiz.
El Nevado del Ruiz ha hecho erupción en varias ocasiones desde el desastre y continua siendo una amenaza para las más de 500.000 personas que viven a lo largo de los valles de los ríos Combeima, Chinchiná, Coello-Toche y Gualí. Un lahar (o un grupo de lahares) similar en tamaño al de 1985 puede ser iniciado por una erupción relativamente pequeña y podría viajar hasta 100 km desde el volcán. Una erupción lo suficientemente grande puede llegar incluso a Bogotá. Para combatir esta amenaza, el gobierno colombiano estableció la Dirección de Prevención y Atención de Desastres, un ente especializado encargado de concienciar a la población sobre las amenazas naturales. El Servicio Geológico de los Estados Unidos creó también el Programa de Asistencia en Desastres Volcánicos y el Equipo de Asistencia en Crisis Volcánicas, los cuales evacuaron a cerca de 75.000 personas del área cercana al Monte Pinatubo antes de la erupción de 1991. Adicionalmente muchas ciudades de Colombia cuentan con programas propios para crear conciencia frente a los desastres naturales. Los residentes cercanos al Nevado del Ruiz son especialmente cautelosos frente a la actividad volcánica; cuando se presentó una nueva erupción en 1989, más de 2.300 personas que vivían en las inmediaciones del volcán fueron evacuadas.

El volcan Cerro Machin


Es sorprendente. El volcán Machín, volcán activo considerado de máxima peligrosidad en Colombia, es casi desconocido. Antes del año 2000 nadie hablaba de él, no aparecía en los libros de geografía, no se mencionaba en los Planes de Prevención y Atención de Desastres, ni se le consideraba en los Planes de Ordenamiento Territorial o en los Planes de Desarrollo. Ni siquiera aparecía en la Internet. Lo que no se nombra no existe y eso es lo que ocurría con el volcán Machín, la amenaza volcánica más grave en Colombia.

El estatal Instituto Colombiano de Geología y Minería (Ingeominas) recordó que el nivel de actividad del volcán Cerro Machín continúa en amarillo, lo que significa cambios en el comportamiento de la actividad volcánica.


El Cerro Machín, Alto de Machín o el Hoyo, como se le denomina popularmente, se encuentra en la ladera oriental de la Cordillera Central a una distancia, en línea recta, de 7 km al nororiente de Cajamarca, 17 km al noroccidente de Ibagué y 32 km al suroriente de Armenia. Se puede llegar allí, por carretera, desde Ibagué (El Boquerón), Cajamarca y Salento. El acceso es fácil, se llega en carro hasta dentro del cráter del volcán, allí hay varias fincas y viven ocho familias.
Es suficiente tomar un mapa para ver que se encuentra en pleno corazón de Colombia, en el centro del llamado "triángulo de oro" (hipotético triangulo, con vértices en Bogotá, Medellín y Cali) donde se concentra la mayor parte de la población y de la infraestructura económica del país. Y es fácil prever que la ocurrencia de una erupción sería la más grande catástrofe que hayamos conocido, se estima que afectaría, directamente, a más de un millón de personas.
CARACTERÍSTICAS
No todos los volcanes son iguales y este es de lo más singular. Es un volcán activo y altamente explosivo. Es el de menor altura en Colombia (2.750 m.s.n.m.); se confunde con la topografía del sector debido a que el centro del cráter está ocupado por varios domos con actividad fumarólica, y "es tan grande que no se ve", pues el diámetro del cráter es de 2,4 km. Estas características lo hacen prácticamente invisible para quienes no lo conocen pues no corresponde con la imagen común que tenemos de un volcán.
Es bueno aclarar que se considera como un volcán activo aquel que ha tenido, al menos, una erupción en los últimos 10.000 años. Existe registro geológico de seis erupciones, en El Machín, en los últimos 5.000 años, que "se han caracterizado por producir columnas eruptivas de varias decenas de kilómetros de altura que depositaron capas de ceniza de varias decenas de centímetros en zonas como Armenia, flujos piroclásticos de centenares de metros de espesor que rellenaron los valles de los ríos que drenan el volcán y flujos de lodo volcánico (también llamados 'lahares') que alcanzaron a llegar hasta el río Magdalena formando enormes abanicos aluviales en las zonas de Chicoral, Espinal, Guamo y Saldaña". La última erupción ocurrió hace, aproximadamente, 850 años y de ello quedó memoria en una leyenda indígena de la región. Un cálculo fácil indica que, en términos geológicos, estamos cerca de una nueva erupción, podría suceder en cualquier momento. Otras manifestaciones de la actividad volcánica son: la presencia de fumarolas, microsismisidad permanente, aguas termales dentro y en las cercanías del cráter, geoformas del edificio volcánico bien conservadas y mayor presencia de gas Radón en el sector.
Las primeras referencias a la existencia del volcán Machín se deben al geólogo alemán Friedlaender (1927) quien fue informado de su existencia por el Hermano Amable quien lo descubrió. Desde un principio el volcán fue catalogado como un volcán-somma o pliniano que es el nombre técnico que se da a los volcanes explosivos, precisamente los de mayor peligrosidad por la dimensión y características de sus erupciones. De este mismo tipo han sido el Krakatoa, el Bezymianny, el Vesubio, o el Mont Saint Helen. El registro de anteriores erupciones indica que siempre han sido explosivas, muy fuertes, y han cubierto de material un territorio amplio en los departamentos de Tolima, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y Cundinamarca.
El Volcán Cerro Machín se encuentra: NIVEL AMARILLO (III): cambios en el comportamiento de la actividad volcánica. . por lo cual el gobierno colombiano debe estar alerta a una posible tragedia.